Cartas que me han ayudado – W.Q. Judge

Libro I  – Parte 15-2 de 15

Carta XI

Querido Hermano: Jasper, me duele enterarme acerca de tu seria enfermedad. Mientras la vida está suspendida en la balanza, como la tuya parece estarlo, esto continuará por algún tiempo en el cual te sentirás muy deprimido. Ahora bien, no es usual hablarle a alguien con calma acerca de su muerte, pero a ti esto no te molesta, por eso hablo. No estoy de acuerdo contigo que es bueno morir. El tuyo no es un caso como aquel de ***, que debía morir y decidió aceptar la vida de los Grandes Poderes, continuando su trabajo por la Humanidad, rodeada por los dolores y la angustia de su cuerpo. ¿Por qué no deberías vivir lo más posible en tu cuerpo, de manera que puedas avanzar hasta lo factible y, al vivir, realizar todo el bien posible para la Causa y el ser humano? Ya que como Jasper Niemand, aún no tuviste la oportunidad para merecer, después de la muerte, una extraordinaria ayuda para un rápido retorno. Así, si ahora mueres, correrás el riesgo de un largo Devachan, perdiendo la oportunidad de hacer mucho por Ellos. Tal es mi punto de vista. La vida es mejor que la muerte ya que ésta última decepciona al Ser. La muerte no es la gran fuente de información o la productora del conocimiento. Es simplemente el gran telón que baja sobre la escena para levantarse al próximo instante. El conocimiento completo debe alcanzarse en el ser humano trino: cuerpo, alma y espíritu. Una vez obtenido, el individuo pasa a otras esferas que nosotros ignoramos y que son infinitas. Al vivir lo más posible, se proporciona al Ser una más larga oportunidad. “Atmanam atmana pashya” (Eleva el Ser por medio del ser, “Bhagavad Guita”), no parece ser efectivo después de que hemos cruzado el umbral de la muerte. La unión con la trinidad se debe realizar sólo en la tierra, en un cuerpo y entonces la liberación es deseable. Hermano, no estoy hablando para mí, sino para ti, ya que en la muerte no puedo perder a nadie. Las personas vivas desempeñan un papel más grande entre los muertos que los muertos entre los vivos. La duda que ahora sientes con respecto al éxito es mórbida. Por favor, destrúyela. Mejor una falsa esperanza sin duda, que mucho conocimiento con dudas referentes a tus oportunidades. “Aquel que duda es como las olas del océano que el viento empuja y agita.” No debemos guardarnos de la duda sólo cuando se trata de los Maestros (acerca de los cuales yo sé que no tienes dudas). Se debe guardar y repudiar en relación con uno mismo. Pensar que no podemos triunfar en algo o que es mejor morir que vivir porque un cuerpo perjudicado parece hacer el éxito inalcanzable, implica dudar. No nos atrevemos a esperar, pero nos atrevemos a continuar viviendo para servirlos como Ellos sirven a la Ley. No debemos tratar de ser chelas o realizar alguna cosa en esta encarnación, sino sólo saber y ser justos lo más posible y la posibilidad no será medida. Reflexiona, entonces, es únicamente una cuestión de sentirse vencido ¿por qué cosa? Por algo externo. Sin embargo, si te acusas o dudas de ti, haces descansar al enemigo ya que él no tiene entonces nada que hacer, en cuanto lo haces todo tú mismo y, dejándote a tu destino, buscará otras víctimas. Levántate entonces del abatimiento y empuña la espada del conocimiento. Con ésta y el Amor, se puede conquistar el Universo. Jasper, esto no quiere decir que te veo muy desanimado, pero me gustaría darte mis ideas aunque algo podría matarte mañana contra nuestra voluntad.  No cabe duda que esto se refiere a H.P.B. Véase el artículo “Mahatmas Teosóficos” y “Ella, aún Muerta, todavía nos Habla.” en la revista “Theosophy.”  Estoy contento de que, aun cuando el cuerpo sufre, tú estás bien.

Debemos sufrir en varios modos y no cabe duda que es un gran adelanto si en medio del sufrimiento físico, podemos resistir y mantenernos tranquilos y distantes de él. También el cuerpo debe descansar. Reposa y deja que tus ansiedades permanezcan inmóviles y durmientes. Haciéndolo así, no las matas y cuando el cuerpo recupere sus fuerzas, el conocimiento se habrá ampliado. Ya te has encontrado en suficientes borrascas. Al reflexionar un poco, nos percatamos de que creamos nuestras tempestades. El poder de todas las circunstancias es una establecida e invariable cualidad, pero, a medida que nosotros alteramos nuestra recepción de éstas, nos parece que la intensidad de nuestras dificultades varía. Esto no acontece, nosotros somos el elemento que varía. Si admitimos que nos encontramos en el flujo evolutivo, entonces, cada circunstancia tiene que ser lo que necesitamos para nosotros y deberíamos encontrar nuestras más grandes ayudas en el fracaso de la realización de dadas acciones, ya que de ninguna otra forma podemos aprender la tranquilidad que Krishna enfatiza. Si tuviésemos éxito en cada uno de nuestros planes, no experimentaríamos ningún contraste. Mas, estos planes que ideamos, podemos formularlos de manera ignorante y por lo tanto errónea y la gentil Naturaleza nos impedirá llevarlos a cabo. No tenemos ninguna culpa por el plan, sin embargo, al no aceptar la imposibilidad de su realización, podemos adquirir un demérito Kármico. Los seres humanos no pueden invocar al hecho de que ignoran la ley, pero pueden invocar la ignorancia del hecho. En ocultismo, aun cuando se ignoren algunos hechos importantes, no podemos sustraernos a La Ley ya que no es parcial y sigue sus ajustes prescindiendo de lo que sabemos o desconocemos. Si tú, o algunos de nosotros se encuentran muy desanimados, el poder de los pensamientos se reduce proporcionalmente. Una persona podría encontrarse en prisión y aún trabajar para la Causa. Así, te suplico que remuevas de tu mente cualquier disgusto hacia las actuales circunstancias. Si puedes considerar todo esto como lo que en realidad deseabas, tal actitud no sólo fortalecerá tus buenos pensamientos, sino que se reflejará en tu cuerpo, robusteciéndolo. Todo esto me recuerda a H, cuyo fracaso ahora conoces. Con respecto a esto, no te sientas decepcionado, difícilmente podría ser de otro modo. De forma imprudente sometió sus demandas a la Ley antes de que estuviera preparado. En realidad, “de forma imprudente” sólo en un cierto sentido, ya que al mirar las cosas desde un punto de vista más amplio, nada puede ser imprudente. En su caso, la aparente derrota al principio de la batalla es muy natural. El se dirigió a donde el fuego es más intenso, calentándolo aún más con sus aspiraciones. Todos los demás han sufrido y sufrirán lo mismo pues, el hecho de que su enfermedad sea corporal no constituye la más mínima diferencia. Como todas estas cosas proceden de disturbios mentales, podemos fácilmente ver la misma causa tanto bajo una enfermedad física como una divagación mental.

Extrañamente, te escribí acerca de los pocos que realmente permanecen y después recibí tal noticia que irradió una luz roja, por así decirlo, en lo que concierne a la información del retiro de H. Ves como el pensamiento se entrelaza con el pensamiento en todos los planos, cuando la Verdad es la meta. Nosotros no estamos totalmente exentos, en la medida que diariamente y a cada hora sentimos la tensión. Acepta estas palabras de un compañero de viaje: mantén la aspiración y la búsqueda, pero no conserves la actitud de desesperación o de la más mínima aflicción. Con esto no quiero decir que tú seas así. No puedo encontrar las palabras apropiadas, pero seguramente sabrías todo si no fuera por algunos defectos que te detienen. Por supuesto, experimentaremos la obscuridad y la desolación, pero son sólo ilusorias. El Ser ¿no es acaso puro, brillante, incorpóreo y libre? y ¿quizá no eres tú esto?

La diaria vida de vigilia es simplemente una penitencia y la prueba del cuerpo, de manera que éste, también, pueda alcanzar la condición correcta. En los sueños vemos la verdad y paladeamos la felicidad del paraíso. En el estado de vigilia toca a nosotros gradualmente destilar este rocío en nuestra conciencia normal. Entonces, recuerda también que las influencias de esta época actual son poderosas para producir tales sentimientos. ¡Qué desesperación y agonía llena de dudas, existe actualmente en todas partes! En este tiempo de trastorno el sabio espera. Durante la tempestad él se dobla como la caña así que el viento silbe sobre su cabeza. Al elevarse, como tú lo haces, al plano en el cual las corrientes se precipitan, mientras tratas de viajar aún más alto, sentirás esas influencias hostiles, aunque las ignores. Es una era de hierro. Un bosque de árboles de hierro, negros y amenazantes, con ramas de hierro y brillantes hojas de acero. Los vientos soplan a través de sus curvaturas y nosotros oímos un terrible sonido de cosas que se muelen y se rompen, el cual sofoca la pequeña y tranquila voz del Amor. Sus habitantes confunden esto con la voz de Dios y al imitarla, incrementan sus terrores. No te desanimes, no te autocondenes. Ambos somos el OM insonoro y descansamos juntos en el seno del Maestro.Tú no estás cansado, sino es ese cuerpo que ahora está débil y no sólo depauperado, sino que también sacudido por la fuerza de tus poderes físicos y psíquicos. Sin embargo, el sabio aprende a asumir en el cuerpo una actitud indiferente, mientras que en realidad vigila más que ningún otro. Que tú la alcances. Eres el juez. ¿Quién te acepta? ¿Quién osa juzgar sino tú mismo? Esperemos entonces los cambios naturales, conscientes del hecho de que, si el ojo es fijado donde la luz brilla, sabremos que hacer al momento. Tal hora no está madura. Pero los frutos inmaduros maduran y caen o son recogidos. Seguramente, llegará el día en el cual los cortarás del árbol. Los vanos miedos o los compromisos no te inquietarán más. Cuando el gran pensamiento se aproxime lo suficiente,  alzarás el vuelo. Todos debemos ser servidores antes de que podamos esperar ser, mínimamente, maestros. Estuve nuevamente leyendo la vida de Buda, la cual me llena de un vehemente deseo de darme a la humanidad, dedicándome a un ardiente y determinado esfuerzo de plantarme más cerca del altar del sacrificio. Como no siempre sé lo que se debería hacer, tengo que atenerme a cuanto dice el Maestro: “Haz lo posible, si esperas alguna vez verlos.” Siendo esto verdadero, y como otro Adepto dijo: “Sigue el Sendero que Ellos y Yo mostramos, pero no sigas mi sendero,” entonces, todo lo que podemos hacer, ya sea grande o pequeño, consiste en realizar lo posible, cada uno es su propio lugar. Por supuesto, si tenemos una inmensa devoción y hacemos lo mejor, el resultado será bueno para Ellos y nosotros, aun cuando nos hubiéramos comportado de manera distinta si hubiésemos tenido más conocimiento en el momento en el cual seguíamos una línea de acción. Un devoto chela dijo una vez: “No me molestan todos estos esfuerzos para alcanzar explicaciones, ni todas estas preocupaciones, ya que siempre me percaté de que lo que se hace en nombre del Maestro, era correcto y su resultado positivo.” Lo que se efectúa en estos nombres se realiza sin pensar en el ser personal y la intención es el criterio esencial.

Así, estoy triste y al mismo tiempo no lo estoy. No estoy triste cuando reflexiono en el gran Ishwar, el Señor que permite que acontezcan frente de mí todas estas bufonadas y espectáculos. Me siento triste cuando veo nuestras debilidades e incapacidades. Debemos estar serenos y hacer lo que podamos. Ramaswamier se precipitó a Sikkhim intentando encontrar al Maestro, pero halló a alguien que le dijo que regresara y cumpliera con su deber. Eso es todo y cada uno de nosotros puede hacerlo, a menudo desconocemos nuestro deber, pero aún esto es nuestra culpa, es una incapacidad Kármica.

Me preguntas cómo deberías aconsejar a tus compañeros de estudio. La mejor sugerencia se encuentra en la carta que me enviaste en la cual escribes que el verdadero monitor está dentro de nosotros. Eso es verdadero. Diez mil Adeptos no pueden ayudarnos mucho, a menos que estemos preparados, además, sus acciones consisten en sugerirnos cuales posibilidades se albergan en cada corazón humano. Si vivimos dentro de nosotros, debemos vivir y morir solos, por lo tanto, resulta que correr de un lado a otro a fin de ver una cosa o una persona, no adjudica en sí el progreso. Nota que no me estoy oponiendo a la compañía de los que leen los sagrados libros y se dedican a la meditación de elevados temas. Simplemente estoy ilustrando la idea de que no deberíamos concentrarnos en esto como un fin, pues es meramente un medio, uno de tantos. No existe ayuda comparable a la asociación con personas que piensan como nosotros o a la lectura de buenos libros -H.P.B. escribió: “Sigan el sendero que muestro y a los Maestros que están detrás, pero no me sigan a mí ni a mi Sendero.” Del artículo: “Ella, Aún Muerta, Nos Habla Todavía.”.

El mejor consejo que siempre he visto, consiste en leer los libros sagrados o algún volumen que pueda elevarte, como descubriste conforme a tu experiencia. Deben existir algunos. Una vez encontré que ciertas abstrusas escrituras teológicas de Plotino me afectaron de forma muy noble y proporcionaron una explicación de las peregrinaciones de Ulises. Además, está el “Bhagavad Guita.” Todas dichas obras rebosan de instintos dotados de vida propia, los cuales alteran las vibraciones. La vibración es la clave de todo. Los distintos estados son simplemente diferencias de vibración y la razón por la cual no reconocemos el plano astral o los demás, depende de que no estamos en sintonía con sus vibraciones. Por eso, de vez en cuando, tenemos la vaga sensación que alguien nos observa o que un conjunto de personas se precipita hacia nosotros con grandes planes en mano, pero ellos no nos ven y nosotros tampoco. Era un instante de sincronizada vibración. Sin embargo, lo importante es desarrollar el Ser en el ser y entonces, las posesiones de la sabiduría que pertenecen a todos los sabios, de inmediato, llegarán a ser nuestras. Cada uno verá al Ser de forma distinta y aun así no lo verá, ya que verlo implica serlo. Sin embargo, debiéndonos expresar con palabras, empleamos la expresión: “Verlo.” La visión podría manifestarse en un relámpago, una brillante rueda y así sucesivamente. Después, existe el ser inferior, que es grande en su manera y que se debe conocer en primer lugar. La primera vez que lo vemos, es análogo a mirar dentro de un guante y ¿por cuántas reencarnaciones no deberá ser así? Observamos el interior del guante y vemos las tinieblas, luego debemos entrar en el guante y ver la obscuridad y así sucesivamente. El misterio de las épocas es el ser humano, cada uno de nosotros. Se necesita paciencia para completar el transcurso necesario de tiempo a fin de alterar y controlar el instrumento físico. El control violento no es tan bueno como aquel suave, continuo y firmemente constante. La Vidente de Prevorst, descubrió que una suave corriente la beneficiaba más que una violenta. La suavidad es preferible, ya que una corriente de oposición es siempre fruto de la provocación y, por supuesto, si lo que la produce es suave, la corriente lo será igual. Esto proporciona al estudiante no acostumbrado más tiempo y fuerza gradual. Creo que tu compañero de estudio será un buen instrumento, pero no podemos romper el silencio del futuro por temor a despertar desconocidas y difíciles tribus con las cuales no será simple tratar. 

Se debería usar cada situación como un medio. Esto es mejor que la filosofía porque nos permite conocer a ésta última. No se adelanta estudiando las filosofías ajenas ya que, tal actitud imparte sólo sus imperfectas ideas. No te satures, no tortures tu cerebro con las nociones ajenas. Tienes la clave del ser que es todo lo necesario, tómala y extrae lo que se oculta adentro. Eres muy generoso, amas mucho, tienes una fuerte fe y una clara percepción. La generosidad y el amor son el abandono del ser. Eso es tu sostén. Incrementa tu confianza, no en tus habilidades, sino que en el gran Todo, que es tú mismo. Ruego a Dios que tú y todos los demás, puedan encontrar la paz.                          Z. 

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