Cartas que me han ayudado – W.Q. Judge

Libro III  –  Parte 30

Una vez, William Q. Judge, hablando de un ensayo teosófico, dijo que “sería útil para la doctrina, el reproche, la corrección y la instrucción en la rectitud.” No podría existir un epítome más adecuado para expresar la influencia de los escritos del señor Judge, ya sean artículos de revista o cartas a sus amigos y asociados teosóficos. Al mismo tiempo, nunca existió un título más oportuno que “Cartas Que Me Han Ayudado,” pues expresa el binomio simplicidad y poder de W.Q.J.

La “exquisita modestia” a la cual Jasper Niemand, (en aquel tiempo la señora Julia Campbell Ver Planck), aludió en el Prefacio del primer Libro, ha ocultado mucho al lector superficial, cuya indiferencia impide su comprensión. En verdad, la “ayuda” que procede de estas simples y directas palabras de Judge, se insinúa sólo en el corazón que está abierto y en la mente que anhela y es libre. El apelaba, conforme a su misión, a la “vista sutil de la persona dotada de tal visión” y en su séptima carta a Jasper le confía: “He detenido a muchos comunicándoles las palabras exactas, exponiéndoles mi verdadero corazón y ellos no han oído nada; pensaron que el corazón era algo diferente.”

Sin embargo, entonces como hoy, algunos han oído y comprendido y a veces parece que, para ellos, Judge se declara más verdadera e íntimamente de lo que pudiera haber acontecido si hubiesen captado alguna otra cosa que no fuera la esencia o la presencia de Judge como está intrínseca en sus escritos. W.Q.J. el Maestro, es una figura viva, W.Q.J. el Amigo, es un compañero muy compasivo y W.Q.J. la Gran Alma, es un Ideal y un Hecho.

Más de medio siglo ha transcurrido desde que dejó la escena “sin que nosotros sepamos a cuál elevada misión se haya dirigido.” Lo que escribió a la muerte de H.P.B., podemos repetirlo para él:

“No debemos olvidarnos que nunca podremos presentar al mundo, correctamente, el papel desempeñado por H.P.Blavatsky, ya que no se comprendería. Su servicio y sus esfuerzos nunca podrán ser valorados, sin embargo, las naturalezas intuitivas pueden entreverlos.”

A fin de recibir una vislumbre más completa de William Q. Judge, se ha corregido cuidadosamente y, parcialmente ampliado, “Las Cartas Que Me Han Ayudado” valiéndonos de las publicaciones originales, especialmente de la revista “The Path” de Judge. En estas cartas, cuya compilación aconteció de manera precipitada, se han aportado ciertas obvias correcciones estilísticas y, ocasionalmente, se han añadido notas para que el libro no presente oscuridades superficiales para el lector nuevo y también para facilitar la referencia a antiguas revistas teosóficas, cuya publicación se interrumpió desde hace mucho tiempo. Donde ha sido posible, se ha aludido también a la republicación de los artículos mencionados en la revista más accesible: “Theosophy.” 

Bajo la dirección de Judge, el undécimo volumen de “The Path,” asumió el nombre “Theosophy”; un cambio que podríamos considerar como una dirección para el futuro. Sin embargo, el primer número de la revista “Theosophy” de Abril 1896, contenía el anuncio de su muerte. Dieciséis años después, en 1912, Robert Crosbie, un estudiante y cotrabajador de Judge, en la recién formada Logia Unida de Teósofos, dio vida a una “reencarnación” de “The Path” en una revista inédita, usando el título seleccionado por Judge. La impresión de dicha publicación continúa hasta la fecha, llenando una gran necesidad para aquellos que desean estudiar los artículos de la revista de Madame Blavatsky y Judge.

En esta edición semicentenaria de “Las Cartas,” se han añadido más “Selecciones”, siguiendo el método que los editores describieron en el segundo prefacio. Se han analizado, cuidadosamente, los diez volúmenes de “The Path,” reuniendo aquí todas las citas de las cartas de Judge ya sean largas o breves. Se ha reproducido, en su totalidad, un conspicuo número de “Pláticas alrededor de la Mesa de Té,” (una serie publicada en “The Path” que Jasper contribuyo, usando el seudónimo “Julius” que implicaba Julia Campbell Ver Planck), por la riqueza del material de Judge y, también, para ilustrar la manera en la cual los estudiantes de entonces se beneficiaban de los comentarios de Judge, cuya identidad se ocultaba bajo una variedad de disfraces.

Muy frecuentemente, los artículos de Jasper se enriquecían con citas entresacadas de una “carta de un amigo,” que era siempre Judge; por lo tanto, varios extractos provienen de tal fuente. Dicho sea de paso: las “Cartas sobre lo Verdadero”, en el segundo volumen de “The Path,” contienen algunas de las declaraciones que Judge comenta en el primer Libro. Además, varias veces, Jasper insertó párrafos procedentes de las cartas de Judge sin la formalidad de poner las comillas. Judge no tenía ningún orgullo de paternidad literaria, como lo demuestra la variedad de seudónimos que empleó cuando escribía, además, su dedicación se dirigía totalmente a introducir las ideas en las mentes de las personas, para que le importara que firma tenía el artículo. Se puede imaginar fácilmente como una conversación con él debe haber energizado el genio de un escritor, ya que la verdadera “paternidad literaria” del resultante artículo ¡no era más importante!

Otro grupo de extractos de la revista “Path”: los dichos de “Quickly,” (el cual era Judge, según nos dice Jasper), sugiere el carácter de sus “experiencias psíquicas,” algunas de las cuales tienen un sentido explícitamente profundo. Como constataremos, “Las Pláticas alrededor de la Mesa de Té,” rebosan de las explicaciones de Judge concernientes a los ensueños y al estado de sueño. En aquel período, en la Sociedad había varios “psíquicos,” entre los cuales Jasper, cuyos escritos contribuyeron a establecer una actitud de sentido común hacia lo psíquico, proporcionando también alguna base filosófica para las experiencias, a través de las cuales algunas personas pasan frecuentemente y que casi todos tienen al menos una vez. En lo que generalmente concierne a los fenómenos, se ha afirmado que en presencia de W.Q.J., H.P.B. produjo más fenómenos de lo que podrían describirse en un volumen.” En “The Path”, el mismo señor Judge escribió que: “los fenómenos eran esas sorprendentes proezas de magia y, a partir de 1875 hasta 1878, presencié centenas a la luz del sol o de las lámparas de gas.” Si no por otra razón, tales experiencias le otorgaban la calificación para discutir la amplia cuestión de los fenómenos con autoridad. El describió algunos de estos acaecimientos en el artículo: “Conversaciones sobre el Ocultismo con H.P.B.,” mientras su serie titulada “Conversaciones acerca del Ocultismo,” sugerirá las razones por las cuales H.P.B. lo favorecía, dándole demostraciones de los poderes ocultos.

Las cartas escritas por W.Q.J. en 1884, durante la estancia en Londres y en París, introducen una fase de su vida que es de profunda importancia para el estudiante determinado de ocultismo, ya que la narración de estas proezas por W.Q.J., el cual observó sus funcionamientos en su naturaleza, contienen muchas insinuaciones para los discípulos que un día deberán encarar por sí mismos estas experiencias universales del Sendero. Desde un punto de vista superficial, podría parecer que el conflicto y el tumulto de aquel momento, “abrumara” a Judge. Las pruebas intrínsecas, como su constante afirmación de que resistirá, demuestran que en ningún instante se encontró sacudido de su centro espiritual, fuesen cuales fuesen las molestias y los sufrimientos del hombre personal. La segunda parte de “Un Extraño Relato,” en la cual Judge narra el encuentro con un Adepto en Londres y las instrucciones que le proporcionó, evidencia otro aspecto de su vida durante este período crucial. Sobre todo, estas cartas londinenses y parisienses confirman lo que el lector intuitivo de las misivas a Jasper había ya adivinado: W.Q.J. sabía de lo que estaba hablando cuando escribía acerca de los ensayos y de las pruebas de los discípulos

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