Libro II – Parte 9
Carta VIII
Con respecto a mí situación, todo lo que me importa es mi salud que aún no se ha restablecido completamente. Si no tuviese problemas en este aspecto, no tendría nada. ¿Qué me interesa de todo este tumulto? Muy pronto terminará, algunos morirán, entre más pronto mejor y después nos deleitaremos de otro modo. Según mi manera de ver, todo esto es verdaderamente mucha distracción y variedad. No estoy bromeando. Es variedad sin la cual ¿cómo sería la vida? Mientras que todos estos asnos rebuznan, aprendemos nuevas notas de la escala anteriormente desconocidas. Tengo un montón de cartas pero me siento bien, tal vez frágil, pero no depauperado. Me encantaría estar con vosotros dos, divirtiéndonos agradablemente sin lágrimas ni arrepentimientos, pero, todavía, debemos estar separados, encontrándonos de vez en cuando. ¡Pobre (…)! No seas severo con él. Tuvo que permanecer en silencio, lo sabes. Un pequeño asunto, sin embargo es más importante para él de lo que pueda percatarse. Déjalo tranquilo y no te burles de él, en cuanto ya tiene suficientes dificultades consigo mismo, para que otros agreguen más fricción.
La alusión de C. al “sufrimiento” abre una manera de pensar que ya consideré. Me he examinado para discernir la “utilidad” de tal conmoción a fin de ver si estoy “sufriendo” como debiera. Ahora bien, no puedo decirlo. Quizá sea así en los abismos insondables, sin embargo me encuentro alegre, 88 feliz y todo lo que queráis, excepto malhumorado o triste. Por lo tanto ¿puedo estar sufriendo? ¿Lo sabes tú? Positivamente yo no sé. ¿Debiera sufrir? ¿Soy un desdichado porque no sufro o porque, aun sufriendo, soy un insensato y no lo percibo? No obstante, por otro lado no siento cólera ni resentimiento. De verdad me desconcierta. Durante muchas noches no duermo y he usado, (como estoy haciendo actualmente), las horas durante las cuales hay calma, para analizar todo y a pesar de esto, me siento bien en todo lugar. Por supuesto, he cometido mis humanas fallas y pecados, sin embargo quiero decir que, en el Gran Inventario, no encuentro nada porque “torturarme,” nada por lo cual debería precipitarme a dar disculpas depositando en mi pecho la confianza en el ridículo y repugnante mundo.
En lo que a mí concierne ¿qué puedo decir? Nada. Yo no sé y no me importa. Estoy alegre y feliz que el trabajo continúe de esta forma. Mis deseos no están aquí y todo ese ruido me parece que diste millas de mi oído. Estoy funcionando como un motor de bombeo, tratando de usarlo al máximo, no para mí mismo. Tengo que encontrarme solo, como todos lo estamos y entonces la Ley dirá: “¡El próximo!” Sin embargo no me interesa ni quiero saber lo que me espera próximamente, ya que cuando ese momento llegue, veré lo que se necesite hacer. Ahora, el mejor y más grande trabajo que podemos efectuar nosotros, pobres niños, se encuentra en este plano con el auxilio del Maestro, cuya simple y única voluntad mantiene (viva) la organización entera y actúa como su apoyo y escudo. No somos lo suficientemente grandes para tratar con Akasa, sin embargo podemos ayudarlos a Ellos en el intento y eso es todo lo que quiero hacer. Me he valido de las actuales situaciones para que me enseñaran algo en cuanto se puedan usar como una prueba para mi orgullo y ambición y constato que, no importa como considere el asunto, se obtiene siempre el mismo resultado. Estoy buscando otras cosas mientras trabajo en esto. Aún trate de elevar una ambición por el poder o suscitar un deseo de cambiar un caso imaginario (que en realidad no existe), no puedo hacerlo. Por lo tanto, mi querido Compañero, como puedes ver que estoy bien.
Las siguientes son las preguntas que me sometiste:
Cuándo se ve al ser por primera vez, es análogo a mirar en un guante y ¿por cuántas encarnaciones no será así? La envoltura material emite, a la vista del Alma, humeantes vórtices y nubes ilusorias.
El cerebro es simplemente el foco a través del cual se centralizan las fuerzas y los pensamientos que penetran constantemente por medio del plexo solar del corazón. Por lo tanto, una gran cantidad de dichos pensamientos se pierden, similarmente a los millones de semillas que se pierden en la naturaleza. Nos corresponde estudiarlos y guardarlos cuando aparecen, sin embargo ¿podemos llamarlos de nuestra propiedad? o ¿llorar por ellos? Con respecto a este asunto, seamos tan amplios como lo es la gran madre Naturaleza, dejando que cada uno se dirija a su lugar sin teñirlos con nuestro color, aceptación o adhesión.
El movimiento espiral es el movimiento doble de la luz astral, una espiral dentro de la otra. Dicho movimiento doble de Akasa causa la diástole y la sístole del corazón. Sin embargo, no tome presuntuosamente el movimiento demasiado pronto, ya que a menudo aún el corazón que palpita de forma excesivamente rápida destruye la vida.
Los animales salvajes se dan inconscientemente cuenta de la general oposición humana que ven enfocada en cada persona.
Es más fácil hundirse en el Eterno que zambullirse. El buceador debe necesariamente poseer el poder de detener la respiración contra la presión causada por la zambullida, mientras hundirse proporciona el tiempo de inspirar y mantener la respiración.
No hay nada más nuevo. Estoy esperando que me digas que recuperaste completamente tu salud. Sostenido por la ola, llegarás con la marea en el tiempo. Envío mi cariño a (…), a (…) y a tí. Que todos ustedes se beneficien de un buen apoyo. Ahora pienso haberte dado todo lo que hay. ¡Te envío mis saludos, tú que tienes el corazón de diamante más noble y valiente! Que podamos encontrarnos después de que el polvo se haya disipado y nos encontraremos para siempre en los largos manvantaras que nos esperan. ¡Paz! ¡Paz! la senda de la paz y no de la guerra: éstas son las palabras.
Como siempre,