Libro II – Parte 27
EXTRACTOS: Acerca de la Filosofía Oculta 2ª parte
No existe ninguna razón por la cual te desesperes. Reflexiona sobre aquel antiguo verso: “¿Qué espacio puede existir para el dolor y la duda en el individuo que sabe que el Ser es uno y que todas las cosas son el Ser, difiriendo sólo en grado?” Esta es una libre traducción, sin embargo expresa su significado. Ahora bien, es cierto que una persona no puede, de pronto, forzarse a tener una nueva voluntad o una nueva creencia, sin embargo, al pensar mucho en la misma cosa, como la presente, de repente obtendrá una nueva voluntad y creencia de la cual procederán la fuerza y la luz. Ensaya tal plan. Es puramente oculto, simple y poderoso. Espero que todo continúe bien y visto que de vez en cuando recibimos sacudidas, espero que éstas puedan fortalecernos. El artículo de (…), se propone demostrar que en 1877, H.P.B. no enseñó la doctrina de la reencarnación como lo hizo después. Esto es verdadero en lo que concierne al público, pero me la enseñó a mí y a otros, entonces como 118 ahora.25 Además, su significado parece claro, o sea, no hay reencarnación para la mónada astral: el hombre astral y, como es una doctrina teosófica que el hombre astral no se reencarna, excepto en casos excepcionales, en aquel tiempo ella enseñó la misma cosa que impartió después. Muchas veces, H.P.B. me expresó personalmente la verdadera doctrina de la reencarnación, inducida por el caso de la muerte de mi hija, por lo tanto sé en lo que pensaba y creía. No puedo darte la definición que me pides ya que, según mi punto de vista, el espíritu no puede definirse excepto que en la siguiente manera: el espíritu y la materia componen a todo el universo y ambos constituyen el Absoluto. Lo que no está en la materia es espíritu y lo que no está en el espíritu es materia; sin embargo, no existe partícula de materia sin espíritu, ni partícula de espíritu sin materia. Si tal intentada definición es correcta, constatarás que es imposible definir las cosas del espíritu, como siempre afirmaron los grandes maestros del pasado. A cuántas cosas insignificantes dedicamos nuestro tiempo, cuando gran parte de todo esto es transitorio. Después de un siglo ¿de qué servirá todo esto? Sería mejor que dentro de cien años ya se haya establecido un principio de libertad y un impulso al trabajo. Los pequeños errores de una vida no son nada pero la suma general de los pensamientos es mucho […] Para mí es profundamente importante la actitud no sectaria por cuya instauración H.P.B. murió y que ahora se encuentra amenazada en su propia casa. ¿No es acaso verdadero que los Maestros han prohibido a Sus chelas revelar bajo qué órdenes actúan, por temor a la sombra negra que sigue siempre a las innovaciones? Sí […] Me entristece enterarme de que tu salud no es buena. En respuesta a tu pregunta te diré que no se exige un cuerpo saludable ya que toda nuestra raza tiene un cuerpo con debilidades fundamentales. Es Karma. Por supuesto, al final, una correcta disposición mental y moral, contribuirá a la salud física, sin embargo el proceso acarrea la enfermedad, como a menudo acontece. Por lo tanto, la enfermedad puede ser una bendición en dos planos: (1) el mental y moral ya que contribuye a la abertura de la naturaleza y (2) el físico, donde se descarga una enfermedad interna del ser interno. La cuestión sobre el sexo no es la más difícil. Sin embargo, la resolución del asunto personal es más complicada. Con esto implico la cuestión 25 Véase “Isis sin Velo y la Reencarnación,” una respuesta de W.Q.J. publicada en la revista “Fórum” (en Octubre de 1893) y las declaraciones de H.P.B. en el artículo de la revista “Theosophist” de Agosto de 1882, titulado “Isis sin Velo y el Theosophist sobre la Reencarnación.” Mas el artículo “Teorías concernientes a la Reencarnación y a los Espíritus” impreso en la revista “Path” de Noviembre de 1886.119 puramente personal: la que a “mí me” concierne. El asunto sexual se relaciona sólo a un plano de gratificación inferior. Si la naturaleza puede vencerte en tal campo, entonces no necesita ponerte a prueba en el otro y viceversa. Si fracasa en la cuestión personal podrá ensayar la otra, pero esta vez tiene poca probabilidad de éxito. Todos diferimos y debemos aceptar que cada uno de nosotros puede disentir sobre algún tópico, ya que el equilibrio (la armonía), es alcanzable sólo balanceando las cosas contrarias. La armonía no procede de la identidad. Si tan sólo las personas se dejaran mutuamente en paz, ocupándose de sus propios asuntos en silencio, toda la cosa iría bien. […] Es el deber de cada individuo tratar de descubrir su propia tarea sin interferir con la ajena. El hacer esto es sumamente importante: despegar nuestras mentes (y también nuestras lenguas), de los deberes y las acciones de los demás tan pronto como estos no tengan ninguna relación con los nuestros. Si puedes encontrar tal sutil línea de demarcación entre la acción y la inacción, habrás progresado mucho. No te detengas para nada a considerar tu adelanto ya que ésta es la manera de obstruirlo, por lo tanto, no pienses en la cuestión de tu progreso y haz lo mejor que puedas. Espero que en breve tiempo puedas adquirir la actitud mental que tanto deseas. Creo que la alcanzarás si cesas de concentrar tu mente en tí mismo lo más posible, dirigiéndola hacia algún asunto para el beneficio ajeno, que, con el tiempo, aniquilará la impresión personal. Me duele mucho enterarme de todos tus problemas y dificultades. No es necesario decirte que son todas cuestiones kármicas que se arreglarán con el transcurso del tiempo. Entretanto, tú trabajo y deber consiste en continuar con paciencia y perseverancia. Los problemas de tus amigos y parientes no son tu Karma, sin embargo estás estrechamente asociado con esto por tu amistad y consanguineidad. En las vidas de aquellos que aspiran a cosas superiores, acontece una precipitación más o menos rápida de antiguo Karma, el cual es el que te está afectando. Se disipará en breve y tú te beneficiarás mucho por la eliminación de una cuestión desagradable. Como serán necesarias muchas vidas antes de que se supere la naturaleza personal, es fútil imaginar cuales tipos de cosas o pensamientos tendremos. Es cierto que, durante el largo viaje, como la naturaleza está sujeta al cambio, se adaptará a todas las condiciones. Muchos de los asuntos que ahora denominamos como desgracias ajenas, en realidad no son nada, sino sólo algo “superficial,” esa no es la verdadera desgracia de la raza. Al establecer un tiempo particular para meditar, se forma un hábito y al llegar la hora, después de un cierto período, la mente estará entrenada de manera que la meditación en aquel particular momento se tornará natural. Por lo tanto, te beneficiaría mantener la misma hora lo más posible.120 Me preguntas si me encontraba en (…) donde me viste. Permíteme decirte algo confidencial. Estoy en todos los sitios, especialmente en aquellos donde tú, (…), y los demás del mismo género, estáis, sin embargo no es necesario para mí recordarlo del todo ya que se efectúa sin tal limitación, pues este cerebro está suficientemente atareado aquí. Para recapacitar, debería retirarme dedicándome especialmente a eso, sin embargo, las cosas no mejorarían. Un curso universitario no es necesario para el ocultismo. Uno de los mejores ocultistas que conozco nunca estudió en un colegio. Sin embargo, si uno añade una buena instrucción a la intuición y una elevada aspiración, seguramente su situación será mejor que aquella ajena. Tengo el constante hábito de consultar el diccionario reflexionando sobre el sentido y las correlaciones de las palabras. Haz lo mismo. Es un buen ejercicio. La antigua misión de los Rosacruces, aunque esté aparentemente muerta, en realidad no lo está, pues los Maestros estaban involucrados en ese movimiento como ahora lo están en éste y puede ser posible introducir una nueva era de ocultismo occidental desprovista de insensatez. Todos deberíamos prepararnos para esto, si fuese posible. En lo que concierne a las imágenes que ves, obsérvalas con indiferencia, confiando siempre en el Ser Superior, dirigiéndote a esto para recibir conocimiento y luz, prescindiendo de que veas o no veas figuras.