María Montessori (1870-1952) es una de las figuras más destacadas de la historia de la pedagogía. Desde sus inicios, mostró una determinación inquebrantable que la llevó a romper barreras en un mundo dominado por los hombres. Fue una de las primeras mujeres en Italia en graduarse en medicina y dedicó su vida al desarrollo de un método educativo que revolucionaría la enseñanza y el entendimiento del aprendizaje infantil.
Nacida en una familia de clase media, enfrentó numerosos retos desde temprana edad, incluidos conflictos con su propio padre, quien desaprobaba su interés por las ciencias. A pesar de la hostilidad de su entorno, María logró graduarse como médica y comenzó a trabajar en la clínica psiquiátrica de la Universidad de Roma. Allí se dio cuenta de que los niños con necesidades especiales carecían de estímulos educativos y materiales adecuados para su desarrollo.
Inspirada por las investigaciones de Jean Itard y Édouard Séguin, decidió dedicarse por completo a la pedagogía, primero con niños con discapacidades y luego con niños “normales”. En 1907, fundó la primera Casa dei Bambini en un barrio popular de Roma, sentando las bases de su revolucionario método. Montessori propuso una educación que respetara el desarrollo natural del niño, fomentando su autonomía en un entorno preparado.
Su trabajo se expandió rápidamente, llevando sus ideas a los cinco continentes y estableciendo más de 20,000 escuelas Montessori en todo el mundo. Aunque enfrentó la censura de regímenes como el fascismo italiano y el franquismo español, su influencia continuó creciendo, especialmente gracias al apoyo de organizaciones como la Sociedad Teosófica en la India.
María Montessori creía que el aprendizaje no es una simple acumulación de conocimientos, sino un proceso integral en el que el cuerpo, la mente y el espíritu están profundamente interconectados. Su enfoque sigue siendo clave para niños en contextos de conflicto o con necesidades especiales, como el autismo, donde ha demostrado resultados sorprendentes.
La película “Montessori” (2024): Una mirada íntima y emocionante
Este año se ha estrenado la película Montessori, una obra que lleva a la pantalla la vida y la labor de María Montessori. Más allá de ser un simple biopic, la película nos adentra en los retos personales y profesionales de esta extraordinaria mujer, desde sus conflictos familiares hasta su compromiso con los niños y la educación.
El filme también destaca la influencia de personalidades como Annie Besant, líder de la Sociedad Teosófica, y George Arundale, quienes desempeñaron un papel crucial en la expansión de sus ideas en la India. Estos encuentros muestran cómo Montessori no solo buscaba transformar la educación, sino también el espíritu humano, en un esfuerzo por construir un mundo más justo y consciente.
Con una dirección cuidadosa y actuaciones conmovedoras, Montessori no solo inspira, sino que también invita a reflexionar sobre el poder transformador de la educación y la importancia de los primeros años de vida. Es una obra que atraerá tanto a educadores como a todos aquellos interesados en la evolución del ser humano.
Un legado eterno
Hoy, las ideas de María Montessori resuenan más que nunca. Su método sigue siendo una herramienta fundamental para crear entornos donde los niños puedan florecer en libertad y armonía. Como ella misma decía:
• “El niño no es un jarrón que hay que llenar, sino una fuente a la que hay que dejar fluir”.
• “La cualidad fundamental para padres y educadores es saber observar”.
• “Lo que falta no es el tiempo, sino la paciencia”.