Investigadores de la Universidad de Virginia, comenzando con Ian Stevenson, han investigado los informes de niños sobre recuerdos de vidas pasadas durante los últimos cincuenta años, estudiando más de 2500 casos de todo el mundo. En la mayoría de ellos se ha identificado a un individuo fallecido cuya vida coincidía con los datos proporcionados por el niño. Los niños suelen hablar de la vida pasada a una edad muy temprana. Muchos de ellos también muestran comportamientos que parecen estar conectados con esa vida, como una emoción intensa con respecto a miembros de la familia anteriores, fobias relacionadas con el modo de muerte de la persona anterior y la inconformidad de género cuando la vida pasada fue como miembro del sexo opuesto. La presentación incluirá una descripción general de la investigación y los detalles de casos estadounidenses recientes. Se revisará en detalle el conocido caso de James Leininger, un niño que tenía recuerdos de ser un piloto que murió en la Segunda Guerra Mundial.